dimanche 20 août 2017

Socialismo árabe, imperialismo y primaveras.


Socialismo árabe
Nasser presidiendo la República árabe unida. Unificación de Egipto y Siria desde 1958 a 1961.

Las ideas socialistas y panarabistas se presentaron como solución al lastre colonial y al imperialismo. Tras las intervenciones directas como la de Irak y las “primaveras árabes”, ¿qué fue y qué queda del socialismo árabe?

El socialismo árabe surge como una forma de dar respuesta a la situación de los países del mundo árabe. Su apuesta se ha entendido más próxima al nacionalismo panarabista que al marxismo. No obstante el Socialismo árabe es una forma genuina de desarrollo que solo se puede comprender entendiendo todos los elementos que lo componen.
Los grandes imperios coloniales europeos reforzados tras la primera guerra mundial, sobre todo por el control de territorios anteriormente ocupados por el imperio Otomano, se hunden tras la segunda guerra mundial llevando a la independencia (al menos formal) de muchos países asiáticos y africanos. Entre ellos se encuentran los conocidos como “países árabes” o “mundo árabe”, que son el conjunto de países que comparten la lengua árabe y se sitúan en la península arábiga, el Magreb y el cuerno de África.
Las relaciones de estos países con sus antiguas metrópolis, entre ellos mismos y en el desarrollo de la comprensión de su propia y genuina circunstancia es vital para entender el punto en el que nos encontramos hoy. El influjo de las ideas socialistas y panarabistas se presentaron como solución a dicho conflicto, al igual que las alianzas como las de Los países no alineados se desarrollaron como solución colectiva de los países del tercer mundo en defensa de su soberanía. Estos refuerzos para su supervivencia y emancipación han sido atacados e incluso aniquilados o marginados por las potencias imperialistas para poder seguir, como han seguido, saqueando, expoliando y propiciando guerras para cambiar jefes de estado en muchos de esos países a su antojo y necesidades.

Ideas socialistas en el mundo árabe, los orígenes.

En las primeras décadas del siglo XX se desarrollan tres tendencias fundamentales: el socialismo colonial, el socialismo de “las minorías” y la “tendencia socializante” de los movimientos llamados “Jóvenes” (Jóvenes árabes, Jóvenes Sirios, Jóvenes argelinos…)
El socialismo colonial, de rasgos anarquizantes, se desarrolla fundamentalmente en el Magreb, a través de las federaciones socialistas creadas en 1914 en Túnez y Argelia. Se integra en el movimiento obrero transformándose en sindicalismo revolucionario. No obstante, obvian e incluso llegan a mostrarse abiertamente contrarios a procesos nacionalistas, lo que en situaciones concretas fue entendido como una forma de apoyo directo a la metrópoli. El socialismo de “las minorías” nace en los años 20, próximo a las ideas de la Tercera Internacional. Predominantemente intelectual. Surge de la necesidad de los pueblos desplazados para el trabajo industrial (como el caso armenio) u otros motivos de sentimiento de aislamiento. Sin existir una correlación entre marxismo y situación minoritaria sí que facilitó esta condición la asunción de las ideas marxistas por estos colectivos. Tuvo especial relevancia entre los judíos autóctonos de los países árabes y en menor medida los cristianos coptos. El movimiento “Jóvenes”, se desarrolla en varios países adoptando distintos apellidos “Jóvenes árabes”, “Jóvenes sirios” etc. Miran la cuestión nacional e incluso el islam originario (manteniendo posturas de ruptura con el poder religioso simultáneamente) a la par que toman como referente de progreso y libertad la revolución soviética en Rusia.

El socialismo árabe.

El Partido Árabe Socialista Baaz. Siria e Irak.

Michel Aflaq nace en Damasco (Siria) en 1910, perteneciente a una familia de la pequeña burguesía cristiano-ortodoxa. En 1928 llega a París para estudiar en La Soborna. Allí conoce a otro joven estudiante sirio, Salah Bitar. Bitar también es natural de Damasco aunque nacido en una familia musulmana sunní. Juntos fundan La Unión de Estudiantes árabes en Francia. Y juntos crearán también los principios fundacionales del partido Baaz (o del renacer), basados en su lema “Unidad, libertad y socialismo”.
Para Aflaq la unión del pueblo árabe, más siendo él cristiano, se basa en la unión por la lengua y la cultura y no tanto por la cuestión religiosa. Así pese a la defensa de valores del islam originario se postulan principios laicistas y de tolerancia religiosa que se verán reflejados en el desarrollo de las políticas baazistas una vez accedan al poder. El panarabismo trasciende por tanto a la religión (pese a ser un elemento clave cultural de sus pueblos),  a su vez, presenta un principio de solidaridad y apoyo entre el “mundo árabe” contra el enemigo exterior, el imperialismo y sus intervenciones. Lo que lleva incluso a la unión entre países como la ocurrida entre Siria y Egipto entre 1958 y 1961 con la llamada República Árabe Unida. En el plano económico hay que tener en cuenta que el colonialismo había llevado al subdesarrollo industrial y agrario a todos esos países, el modelo propuesto por el socialismo árabe apostaba por la nacionalización de los medios de producción y de los recursos para garantizar las mejoras en la calidad de vida de sus pueblos. El Partido Baaz obtiene el poder en Siria e Irak. Dos países similares en muchos puntos donde destaca la diversidad étnica y religiosa.
El Partido Baaz entra en el gobierno sirio en 1946, inicia su andadura a través de la reforma agraria, las nacionalizaciones de recursos y estrechando, en el plano internacional, la alianza con la URSS. Tras la caída de la Unión soviética se mantendrá esta alianza histórica con Rusia. En 1971 llega al poder Hafez Al Assad, de la minoría chií (alauí), a quién sucederá su hijo Bashar Al Assad, elegido mediante un referéndum en julio del año 2000. Tras la agresión imperialista camuflada de revuelta popular a principios de 2011 se convocan unas elecciones en 2014 en las que sale reforzado en un gobierno de coalición con otras fuerzas ajenas al partido Baaz , unidas ante la situación que vive el país. Siria actualmente se encuentra inmersa en una guerra contra fuerzas integristas islámicas del conocido como Frente Al-Nusra con apoyos confesos de Occidente;  y de otros grupos integristas religiosos. De momento, y gracias al apoyo táctico de Rusia, la coalición gubernamental avanza hacia la victoria.
Socialismo árabe
Ruinas del teatro de Palmira (Siria), saqueado y destruido por DAESH.
Socialismo árabe
Bagdad, 1970.
En Irak el Partido Baaz llega al poder tras la independencia. Un país con altos recursos en petróleo y una buena gestión de los mismos se convirtió en poco tiempo en uno de los países más avanzados de su zona, mejorando las condiciones de vida de los iraquíes. Derecho a la salud, a la educación, mejoras salariales y derechos de la mujer, fueron elementos fundamentales del desarrollo del país durante la primera etapa baazista. En 1979 llega al poder Sadam Hussein que modifica la política exterior del país, alejándose de la URSS y aproximándose a EEUU y occidente, llegando incluso a apoyar a EEUU contra la revolución iraní, y recibiendo armamento de estos en la guerra IránIrak. Hussein ejerce una fuerte represión contra chiíes y kurdos apoyado por los EEUU. Sin embargo esta alianza se romperá con la guerra del golfo de 1991 y las sanciones que tras la guerra se impondrán al gobierno de Hussein. Finalmente, en 2003 una intervención de EEUU, sin respaldo de la ONU y con miles de personas  en contra manifestándose por las calles en el mundo entero, acabará con el gobierno y la persona de Sadam Hussein tras su juicio y ejecución, televisado en todo el planeta.
Socialismo árabe
Manifestación contra la Guerra de Irak. Año 2003.
Irak hoy en día es un polvorín, apenas queda nada de su infraestructura, su arte milenario ha sido saqueado (como en Siria), y los derechos han desaparecido. Es en ese Irak destruido donde nace lo que se conoce como Estado Islámico. Una respuesta desde el integrismo religioso que no se corresponde con la historia de un país mayoritariamente musulmán pero jurídicamente laico y que ha mantenido su diversidad religiosa durante años. Irak, como Siria, estaba muy alejada en su circunstancia y desarrollo de teocracias como las de Arabia Saudí o Qatar.

Nasser y el socialismo árabe en Egipto.

En 1953 accede al poder Gamal Abdel Nasser en Egipto. Su política se basó en el desarrollo de una reforma agraria, mejoras en las infraestructuras (como la construcción de la presa de Asúan) y de procesos de nacionalización, como el del canal de Suez que le enfrentó a Francia, Gran Bretaña e Israel. A su vez fue uno de los promotores de la coalición de Países No alineados, junto con Surkano (Indonesia), Nerhu (India) o Tito (Yugoslavia). Finalmente organizó la defensa del pueblo palestino y el mundo árabe en general tras la creación del Estado de Israel y su política expansiva y colonialista, siendo promotor de la coalición árabe (junto con Irak, Irán, Jordania y Siria) que luchó contra el Estado de Israel en la Guerra de los seis días. Tras su fallecimiento en 1970 su sucesor, Sadat, se aproximó a EEUU e Israel. Con el asesinato de Sadat en 1981, llega al poder Hosni Mubarak que desarrolla una política de corruptelas durante treinta años hasta que es derrocado en las llamadas “primaveras árabes”. Tras las revueltas se hacen con el poder los Hermanos Musulmanes, una organización integrista islámica vinculada a Al-qaeda.  La represión del nuevo gobierno lleva a manifestaciones masivas y la intervención de ejército. Morsi, líder de los Hermanos musulmanes y presidente tras la “primavera”, es detenido. Con fecha de siete de agosto de este mismo año se confirman condenas de tribunales egipcios para Morsi y sus colaboradores acusados del asesinato de manifestantes y de espiar para gobiernos extranjeros.

Argelia. Independencia y soberanía.

Socialismo árabe
Pintada durante la guerra de independencia en Argelia.
Tras la guerra de independencia ganada por las luchas del Frente de liberación Nacional (FLN) este asume el poder. La disputa ideológica interna se satisface a favor de Ben Bella frente a Abbas. Sin embargo las desavenencias dentro del FLN hacen que Houari Boumedienne (ministro de defensa de Ben Bella) dé un golpe de estado en 1965 haciéndose con el poder. Boumedienne sigue la senda de principios socialistas a través de las nacionalizaciones de recursos básicos, como el de hidrocarburos (que creó molestias a las empresas francesas que aún seguían en Argelia) y a su vez creó numerosas escuelas y  fábricas, que mejoraron el nivel cultural y económico de su pueblo. En el plano internacional colabora con la coalición de Países No alineados y proporciona apoyo activo a movimientos de liberación en Asia, África y América. Houari Boumedienne es asesinado en 1978. Le sucederá Chadji Bendjedid quién desmantelará todo el modelo económico de su antecesor mediante privatizaciones y acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular y Socialista

Socialismo árabe
Trípoli (Libia) antes de la guerra.
Muamar al Gadafi encabezó la revolución libia en 1969. Con la nacionalización del petróleo y el gas financia sistemas de educación y sanidad gratuitos y mejora los índices de infraestructura y desarrollo llegando al nivel de países del sur de Europa como Grecia o Portugal, lo que les permitió incluso financiar mejoras en otros países de su entorno como Mali. A su vez consigue un nivel jurídico de igualdad para las mujeres muy superior al de otros países árabes. Su política internacional también le lleva a apoyar y financiar a diversos movimientos de liberación o de lucha revolucionaria en América, África o Europa. Sus enemigos siempre fueron muchos y muy poderosos, no obstante parecía que las relaciones con occidente habían mejorado cuando en 2011 con la llegada de las “primaveras árabes” un destacamento de fuerzas de la OTAN participó en el derrocamiento del sistema libio y el linchamiento y asesinato de Muamar al Gadafi. Al igual que Egipto, esta primavera destruyó Libia condenándola a la dependencia de occidente y a ver de nuevo a sus tropas caminando por sus calles. Mientras aumentaba el integrismo religioso wahabista que no había tenido ningún protagonismo, hasta el momento, en el desarrollo de su historia y contaminaba a países vecinos.
Algo similar ha ocurrido en otros países como Yemen o Túnez. Sin embargo, siempre hay que destacar que revueltas en Marruecos o Arabia Saudí (con regímenes afines a occidente) nunca han sido tomadas por primaveras de ningún tipo, ni aún coincidiendo en el tiempo con las otras, ni han contado con ningún tipo de apoyo desde un occidente que parecía dar lecciones de democracia al mundo.
Desde Occidente llevamos siglos matando y expoliando a los países árabes. Desde Occidente se han frenado todas las luchas antiimperialistas de estos países, apostando y facilitando, en muchas ocasiones, lo que han considerado un mal menor: “el integrismo religioso”. Un integrismo que como todo fascismo surge en tiempos de crisis, miedo y desesperación y que ayuda a evitar respuestas desde movimientos revolucionarios emancipatorios. Y así fue como las primaveras sustituyeron a la intervención directa y fueron destruyendo uno a uno (y lo siguen intentando en Siria) a esos países díscolos que creyeron que su tierra y sus recursos eran para mejorar las vidas de sus gentes.
Carmen Parejo. 

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